miércoles, 16 de julio de 2014

LO QUE SE OYE POR AHÍ, ESCRITO EL 1 DE MAYO DE 2014

                                 LO QUE SE OYE POR AHÍ
Las posibilidades combinatorias que ofrecen los  veintitantos fonemas de una lengua son innumerables, y sólo una pequeña parte de éstas son aprovechadas para formar palabras: por ejemplo, existe “silla”, pero no “sille, sillo, silli, sillu”. Pues si nos referimos al conjunto de al menos cien mil palabras, que tiene cualquier lengua,, las combinaciones entre ellas son prácticamente infinitas (así, es muy diferente “volver” de “devolver”, con la simple agregación del prefijo “de”. Pero es que además “devolver” puede adquirir un significado diferente al habitual  al referirse a sí mismo, como en este caso: “Yo me devuelvo y tú sigue solo” en un uso donde “devolver” ha adoptado el sentido de “volver”.
En la selección de la forma adecuada, surgen muchas veces las dudas: ¿”reserva” o “reservación”?. Nosotros optamos  por el nombre concreto “reserva”, pero los hispanoamericanos recurren al nombre abstracto “reservación”. Idem ocurre con “permiso” y “permisividad” (o incluso “permisibilidad”).
Otras veces las dudas surgen en el hablante, que en su escala cultural, echa mano a veces de la palabra inadecuada, por su parecido fonético, o porque no la conoce suficientemente. Recuerdo el ridículo que hizo el presidente del tribunal de oposiciones ante 200 profesores de Instituto, Agregados de Lengua y Literatura, a las que yo asistí como aspirante. Pues en el discurso inicial, dándonos instrucciones sobre la situación  trascendente de ese acto, y queriendo hacer alarde de erudición, en vez de decir “Señores, ésta es la verdad palmaria” (que quiere decir, clara, patente, evidente, manifiesta, incuestionable…) se equivocó y dijo “palmatoria” por “palmaria”. Yo me sonrojé en mi asiento viendo la metedura de pata. Pues “palmatoria” es una especie de candelero bajo, como un platillo con mango, para sostener la vela.
A veces las salidas de tono son un alarde creativo, que el hablante, creyéndose audaz, inventa. Pérez Rubalcaba, en el último debate sobre el estado de la Nación, calificó el discurso de Rajoy  de “autobombástico” (queriendo decir “autocomplaciente”; pero como sabemos, “autobombo” es un derivado poco elegante de “bombo”, que originariamente es el tamborazo más gordo,  el más humilde, grave y vulgar de los instrumentos de percusión, que metafóricamente se refiere a la autoadulación, al pavoneo excesivo, sobre los propios méritos. ¡Pero formar un adjetivo sobre este término, más bien ordinariote, en vez de una audacia expresiva se convierte en el “quiero y no puedo”!. Vean el contraste porque Rubalcaba, con su ¿Dónde vive Vd? insistía en colocar a Rajoy en el mundo irreal de Alicia en el País de las Maravillas, a lo que éste le repuso. “Sr. Rubalcaba, yo vivo en el país que usted me ha dejado”. Y así terminó el rifi-rafe dialéctico. Con su sencilla respuesta, Rajoy propinó a Rubalcaba una buena ración de su propia medicina.
Las variaciones producidas por los americanismos están cada día más presentes en el habla; recientemente un atleta paralímpico sudamericano expresaba su  deseo de ir a los juegos olímpicos de invierno, así: “Yo lucharé por lograr los “puntajes” (por “las puntuaciones”) para clasificarme en “Sochi”.
Con frecuencia el hablante desconoce el alcance significativo de las palabras; este excede el concepto, al decir “multitud de destrozos”, sin entender que “multitud” se aplica preferentemente a personas. Otros usos que no se atienen a la norma son motivados expresamente, como un juego, por el lenguaje publicitario; así, una marca de seguros “Vertis”, que usa la consigna “Vertis, seguros para gente despierta”, hizo recientemente una campaña, en la que usa la expresión “ahora o nunca”, que empleamos para indicar que no se debe perder la “ocasión de oro”. Pues este dicho lo transforma en “Ahorra o nunca”, que invita  a no perder la ocasión, eso sí, si lo hace por Internet.

Hinojosa 1/05/14. Fdo. EUSEBIO MURILLO, DNI: 30184618, Tl 649859929.

LO QUE SE OYE POR AHÍ, ESCRITO EL 17 DE ABRIL DE 2014

                                                LO QUE SE OYE POR AHÍ
Acababa el último artículo de esta serie comentando casos incorrectos en el habla, debidos a las frecuentes confusiones del vocabulario y de la sintaxis de una y otra lengua en las zonas bilingües (“recullir” por “recoger”; o al revés, “cubitus” por “glaçons”). Otra cosa es que alguna de estas palabras acaben por incorporarse a la otra lengua. Por ejemplo, son catalanismos “trajín y trajinar”, que se usan en español como sinónimos de “trabajar”, como también son sinónimos, “bregar”, o “ajetrear” (que en principio se refiere al duro trabajo que supone sopesar intelectualmente la mejor jugada para ganar la partida de ajedrez).
En catalán los “traginers” eran los carreteros, que iban y venían con sus chirriantes vehículos por los caminos; incluso “Traginer” se usa como apellido. Otros catalanismos incorporados al español son “retal”, trozo de ropa que queda como resto, al final de una pieza, “atorar” es atascar, atragantar, procede de “aturar” (parar), “subasta”, “forastero”, “escurcar”(de escurcollar), “esplayarse”  ( de “esplay” divertirse, expansionarse), etc. Muchas palabras del mundo del trabajo y del comercio proceden del catalán, como “aparador”, “grúa”, “salario” y hasta la misma “peseta”.
Veamos ahora una serie de gazapos de distinto origen: Hace bastante tiempo, el 23-2-2013, oí en la radio “el Barça tratará de “remendar” su derrota ante el Milán”, la confusión en este caso procede del parecido fonético con la correcta “remediar”. Otro disparate, “el gobierno concede 19  “insultos”, como cada año por  Semana Santa”. También es muy fuerte confundir esta palabra con “indultos”. Estas pifias rara vez son debidas al descuido, y sí a un deficiente conocimiento del vocabulario culto.
El abuso del latiguillo “lo que es”, también es criticable: “Ayer llegamos a “lo que es” la playa”; lo mismo que estos otros: “bueno…”, “esto…”, al intentar recordar con esas pausa lo que vamos a decir.
Lo mismo de criticable por vulgarismo es  rechazar lo que nos han dicho remachando: “qué va a ser así, hombre, qué luz y sombra, ni que ocho cuartos” ( o “qué niño muerto”).
Los americanismos representan en muchísimos casos, una alternativa diferente a los modos de decir en español: “Teníamos el tiempo “medido” y no pudimos esperarte”, en lugar de “justo” o “tasado”; o este otro caso, “Ella va a vivir aquí por “pedido” mío”, cuando nosotros decimos  “porque se lo he pedido yo”. Y otro más, “sala de culeros”  es allí, lo que aquí “sala de bebés recién nacidos”. Sí que nosotros, antes, usábamos la expresión “sacar de culero” para indicar, criar a un niño desde el tiempo en que era bebé. Y también  existía “culerón” que era un ropón que se ponía encima del colchón para que éste no se manchara con la orina de los niños que solía traspasar el pañal.
La colocación delante o detrás  indica el origen no español, sino catalán o hispanoamericano, como en estos otros ejemplos: “es mi culpa”, en vez de “es culpa mía”; “dame un beso de despedida, mi hijo”, en vez de “hijo mío”.
 Incluso ofrecen las hablas hispanoamericanas abundante léxico propio:  “carro” (coche), “niña caprichuda y berrinchuda” (derivados propios de capricho y berrinche, que nosotros expresamos como “caprichosa y emberrenchinada”), “mujeres convenencieras”; en tanto que nosotros decimos “convenenciosas”. “Chumbear” es allí, trabajar; “sonso” es tonto; “ahora quisiera “tomar” una siesta, en vez de “dormir una siesta”. Y hasta expresiones no usadas aquí: “Perro no come perro, pero  pelea hasta la muerte”, o “perro que mucho ladra, me lo como a tacos”.
 Vean por último este ej. “El empresario de Reus, dueño de la fábrica que se derrumbó en China, con cientos de muertos, vende varios millones de “ropas” cada año. El uso  genérico convierte la palabra en invariable en cuanto al nº (“en ropa” y no ropas)

Hinojosa 17-4-14. Fdo. EUSEBIO MURILLO Tl 649 85 99 29; DNI. 30184618Q

LO QUE SE DICE POR AHÍ, ESCRITO EL 5 DE FEBRERO DE 2014

                                       LO QUE SE OYE POR AHÍ
El día anterior comentaba la rapidez de los cambios lingüísticos, que de por sí ocurren muy lentamente, en esta época en que vivimos de aceleración histórica. Los tecnicismos, por ej., surgen cuando aparece un nuevo invento y hay que ponerle nombre, “autogiro” fue el nombre que le puso su inventor, Juan de la Cierva, pero después triunfó el nombre de “helicóptero”( de helix en griego “espiral” + Petron = “ala”) cuya etimología explica mejor  el concepto. Algo así pasa con “Tungsteno”(del sueco Tung = “pesado” y sten = “piedra”; piedra pesada), que pasó a denominarse preferentemente “Volframio” o “Wolframio” (del  alemán Wolfram) es un elemento químico metálico de color gris, duro, tenaz, dúctil y difícilmente fusible. Que fue muy usado por los alemanes, precisamente, durante la segunda guerra mundial; muy estimado por la calidad de sus aleaciones, se usa  además, para los filamentos de las bombillas y para herramientas de corte.
Pero muchos de los cambios distan de estar consolidados y con frecuencia son equivocaciones por desconocimiento o inseguridad de la forma de la palabra o expresión. Vemos algunos ejemplos: “expender” y no “expendir”, como oí en una  tertulia el otro día en TV; la hablante quiso utilizar el cultismo en vez del sencillo “vender” (en la “expendeduría” se vende tabaco) y metió la pata; sin duda, le llevó  a confusión el verbo “expandir”, que significa “extender”, “expansionar”… Parecido a éste, es el caso de “vertir” por (en vez de) “verter”, el verbo es de la 2ª conjugación en –er, y no de la 3ª, en –ir; porque aunque se diga “vertía”, se dice vertemos, vertedero, verteré etc. Otro ej., “Sí, él está aquí, de cuerpo presente” queriendo hacer una gracia, el hablante sólo quería decir  con énfasis “que estaba allí, presente”, pero desconocía que la expresión “de cuerpo presente” se usa exclusivamente para referirse a un cadáver, todavía insepulto.
Veamos otro: “Son las  doce y un minutos”… Un minuto es singular, por tanto, la “s” sobra;  la idea de plural  que expresa la cifra 12, ya lo indica el verbo en plural “son” y no “es” que se usa  por ej. para enunciar “es la una  de la mañana” Tengamos en cuenta la concordancia. Cuando mucha gente dice “asistieron veintiún personas”, no; sino que se ha de decir “veintiuna personas” (“veintiuna es el determinante numeral femenino que debe concordar con “personas”, también femenino).
En el caso de “se están hablando de cosas” se olvida de que la oración es impersonal; por eso “cosas” no es el sujeto de “están hablando” y no debe concordar en número como lo hace el sujeto con el verbo. “se” es la marca impersonal, por eso se debe decir “se está hablando de cosas”.  O si queremos  hacer la oración con sujeto diremos  “están  (mis amigos, ellos,) hablando de cosas.” (pero sin “se”).
“No dejar pie con cabeza” es algo absurdo porque los pies no tienen cabeza; si la tienen los “títeres” y cuando se rompe algo brutalmente  se dice “No dejar títere con cabeza”… “Tirar las campanas al vuelo” le he oído decir este fin de semana a Rajoy en su discurso de Valladolid; el error está  en usar el verbo “tirar” (arrojar) donde  corresponde “echar las campanas al vuelo, como las aves, que no “tiran” sino que “echan a volar”.Son fonéticamente intolerables algunas confusiones como esta: “¿Cómo iba a estar arruinada Sara Montiel, si nadaba en la ambulancia?”.Este disparate parece reflejar que la persona desconocía la expresión “nadar en la abundancia·” que es no carecer de nada, no pasar necesidades. Pues algunos disparates así acaban triunfando  como le está pasado a la expresión “tirar los tejos” todo el mundo la está convirtiendo en “tirar los trastos” que significa literalmente agredir (tirarle los trastos a la cabeza), cuando, tirar los tejos era cortejar, rondar a la chica, y  viene de arrojar el pretendiente piedrecitas (tejos) para avisar a su chica de su presencia sin que sus padres se enteraran.

Terrassa, a 5/02/2014. Fdo.EUSEBIO MURILLO Tl.649859929 DNI. 30.184.618

LO QUE SE OYE POR AHÍ, ESCRITO EL 24 ENERO DE 2014

                                   LO QUE SE OYE POR AHÍ
La informalidad es el signo de nuestros tiempos, acostumbrados a los cambios continuos, a la aceleración, a las abreviaturas  en los mensajes de teléfono, a las faltas de ortografía y así, todas estas transgresiones de la norma, producen una impresión de anarquía e inseguridad. La lengua es un sistema formal, uno de los más fijos e inmutables de nuestra sociedad; especialmente las reglas de la Gramática, que marcan el orden y la configuración  de cómo se articulan unas unidades con otras (letras, palabras etc.). De hecho las normas actuales llevan vigentes siglos, muchas nos vienen del latín.
Sin embargo, las unidades de composición, especialmente las palabras y expresiones, sí están afectadas de cambios más frecuentes, y hay términos usados durante algunas décadas que pueden quedar en desuso. Otras veces la palabra permanece aunque haya cambiado el objeto: la pluma con la que escribimos no es ya la de ave, ni la metálica que mojábamos en el tintero, todavía en los años cincuenta del siglo pasado; ahora es la estilográfica con su carga de tinta… que ciertamente pronto dejará de usarse, quizá definitivamente, sustituida por el bolígrafo.
El vehículo denominado por su inventor, nuestro paisano  Juan de la Cierva, como “autogiro”, hoy ha cambiado su nombre por “helicóptero”.
Otros cambios más sutiles son los sintácticos: veamos un ejemplo del lenguaje hispanoamericano, es de Pablo Escobar, el famoso traficante de drogas colombiano, al que en la serie televisiva le oí decir “A ver si usted nos colabora”; es un uso reflexivo del pronombre “nos” como en “nos lavamos las manos”, “nos lo dijo”, “nos comimos  tres platos de jamón”; pero en este caso del ejemplo, el pronombre no hace la función de  complemento directo, ni indirecto, ni es marca de pasiva refleja, sino que  funciona como complemento circunstancial y esa función en castellano la marca la preposición “con” : “a ver si usted colabora “con” nosotros”, decimos aquí.
Menos grave porque no afecta tanto a la Sintaxis como a la Morfología, es también el frecuente fallo gramatical de usar un sustantivo abstracto fuera de lugar, en vez de sus sinónimo; es la pifia que le descubrí al político manchego José Bono, que dijo a un parlamentario: Le pido un poco de urbanismo”, cuando procede emplear en este caso el otro sustantivo  abstracto “urbanidad”, porque “urbanismo” se usa y se refiere a la construcción, y formación de la “urbe” o ciudad. Y “urbanidad” es la conducta más social que usan las personas de ciudad frente, frente a la mayor incultura de las gentes del pueblo y de zonas rurales.
A pesar de tantos años de escolaridad,  los hablantes de hoy, en general, son más incultos porque no leen,  ni escriben de forma manuscrita. Sabemos que el dominio de expresiones extranjeras o latinas, que escribimos entre comillas, es un índice que refleja la cultura del hablante. Hace tiempo, un parlamentario dirigiéndose a la entonces ministra de cultura con Zapatero, Carmen Calvo, usó esta expresión para darle mayor énfasis: “Carmen Calvo “dixit” que significa literalmente “Usted lo dijo”. La ministra visiblemente molesta, por la recriminación que se le hacía contestó: “Ni Pixie, ni Dixie”, poniendo de manifiesto que el latinajo (dixit), sólo le recordaba a los dos ratoncitos traviesos de los dibujos animados, que siempre eran perseguidos por el gato Sr. Jinks. Tal gazapo puso en evidencia  la incultura de la Ministra de Cultura.
A veces son confusiones entre palabras poco usadas, que se parecen fonéticamente y que pueden deslizársele, incluso a las personas cultas como le pasó a la periodista Pilar de la Granja en TV, hablando del accidente de Santiago de Compostela el 9/08/2013, dijo “valijas” en vez de “balizas”. “Valija” es todo tipo de equipaje, maleta, bolsa etc., en tanto que “balizas” son señales de tráfico aéreo, por mar o terrestre

Terrassa a 24/01/14. Fdo. EUSEBIO MURILLO Tl.649859929; DNI 30184618-Q.

LO QUE SE OYE POR AHÍ, ESCRITO EL 29 DE ABRIL DE 2013

                                       LO QUE SE OYE POR AHÍ
Los vulgarismos son las palabras de uso preferentemente oral y que intentamos sustituir por un sinónimo al escribir porque molestan al decoro, es lo que solemos decir “lenguaje barriobajero”. Sin embargo el término tiene otra acepción, cuando oponemos  vulgarismos a cultismos. Los cultismos son palabras que tienen la misma o casi la misma  forma  que en latín (dígito, décimo, coágulo…); en cambio los vulgarismos son las palabras, llamadas también patrimoniales, que han sufrido cambios por el uso a través de los siglos; de modo que las tres mencionadas como ejemplo, se han convertido respectivamente en: “dedo”, “diezmo” (la décima parte que se pagaba como contribución  a la Iglesia) y “cuajo”. Pero hoy vamos a poner ejemplos de ese lenguaje descuidado, chabacano, que usan algunos hablantes porque es el único registro que conocen o porque se sienten más o atrevidos al transgredir la norma de uso estándar o general. Es ese lenguaje jergal, lleno de improperios y blasfemias, grosero y soez denominado también argot. Veámoslo con ejemplos: “aborto” es persona fea; “abrir” practicar una operación quirúrgica; “abrirse” es marcharse; “bolas” y “borlas” son los testículos; “achuchón” es abrazo, tocamiento erótico; “borde” es persona indeseable; “boqueras” es el confidente, el delator; “de boquilla” es hablar o prometer sin intención de cumplir; “estar con la cosa” es tener la menstruación; “ni corto ni perezoso” sin pensarlo, inmediatamente; “cosa” puede ser el órgano sexual femenino o masculino; “dar corte” es tener vergüenza; “a otra cosa, mariposa” es dar por terminado un tema o trabajo; “escoñar” es estropear, malograr; “escopeteado” rápido, de prisa; “espada” llave falsa, ganzúa; “espadista” ladrón de pisos; “pasar por el morro” recriminar, echar en cara;  “por si las moscas” significa por lo que pueda ocurrir;  “moscardonear” importunar, rodear, seguir…
Para expresar algunas formas de negación se dice: “de eso nada”, “nada monada”, “nanay”,  “nanay de la China” “nasti de plastic”, “tururú, “tararí que te vi”. Es un lenguaje, como vemos, que sustituye muchas veces la palabra por una expresión perifrástica (que da un rodeo expresivo);  “echado palante” atrevido, valiente, arriesgado;  “a punta de pala” mucho, gran cantidad; “no decir una palabra más alta que la otra” comedido, mesurado en su expresión; “tener unas palabras” discutir; “tener un rinconcillo” es tener ahorros; “tener el riñón bien cubierto”, por metáfora, ser rico, tener dinero, como es sano y previsor para la salud, tener  el riñón bien protegido por las mantecas.
A veces se busca la onomatopeya, es decir, el sonido imitativo: “organismos oficiales de gran ringorrango” “hacerse cucamonas” “hacerse carantoñas”…El uso de comparaciones es muy frecuente en la lengua oral, aunque algunas son tan blasfemas como estas: “hacer un pan como unas hostias”,  es salir algo mal; “hablar más que un sacamuelas” porque cuando no había anestesia el dentista trataba de distraer al paciente; “comer más que una lima” por el desgaste, igual que “comer más que la orilla de un río”; “andar como rata por tirante”, con dificultad, porque  el tirante es la viga que sujeta el tejado; “noche más oscura que la boca de un lobo” por el terror ancestral que inspiraba este depredador; “quedar como Cagancha en Almagro”, quedar mal, como cierto torero así llamado una tarde  en esa ciudad manchega; “estar como una regadera” mal del entendimiento, las ideas se le van como el agua a la regadera por muchos agujeros; “cantar como los ángeles”, divinamente; “vivir como un rey” por lo bien; “beber como un cosaco” por lo mucho; “comer como un Heliogábalo” fue un emperador romano, persona voraz, dominado por la gula.Con frecuencia los dichos incluyen rima: “ser como la purga Fernando, en la botica y obrando” ser muy rápido y efectivo; o ironía ”es más fuerte que el pellejo (de la) breva”.

Terrassa, 29/04/13 Fdo. EUSEBIO MURILLO Tl649859929 y DNI:30184618Q

LO QUE SE OYE POR AHÍ. ESCRITO EL 12 DE MARZO DE 2013

                                        LO QUE SE OYE POR AHÍ
Hablamos de la lengua oral, usada  habitualmente, se llama también  lengua coloquial, en latín “colloquium” (habla). Su característica esencial frente a la lengua escrita es una menor formalidad , una espontaneidad propia de la lengua viva, donde el mensaje es más directo, menos elaborado que en la lengua escrita. Es la lengua que usamos fuera de los discursos en público, que  suelen estar escritos previamente, y memorizados después, o bien leídos en una pantalla, con letra grande, que los espectadores no vemos porque está junto a la cámara, como hacen los locutores de TV en los telediarios;  por eso es la lengua que usan todos los hablantes, independientemente de su grado de cultura en los registros o ámbitos familiar y coloquial; por supuesto, hay grados de vulgaridad , que van desde el registro estándar hasta  las jergas marginales.Muchas palabras y expresiones chocantes con la norma de la corrección, proceden de las lenguas en contacto: “Yo más pronto lo quiero todo soso” es un calco del catalán “més aviat”; cuando en castellano la expresión es “más bien” . “Me giré” no se usa en español, sino “me di la vuelta”. Igual “tirar adelante” es también catalanismo;, en tanto que en español se dice “llevar adelante”, “salir adelante”. Otros ej. “es por eso que”, en castellano “por eso”; “picar a la puerta” por “llamar a la puerta”; “no se vale” en vez de “no vale”. “Por eso” es una explicación en castellano: “estuve enfermo, por eso no vine”; pero el giro catalán se percibe en expresiones donde aparece al final de una interrogativa directa como una coletilla: “¿me ha llamado, por eso?”, cuando se pregunta simplemente si lo ha llamado…. En catalán como en el español  de América es frecuente el cambio de colocación  del pronombre “en su contra” en vez de “en contra suya” (y mejor “en contra de él”). “¡Mi hijo!”  en Hispanoamérica por “¡hijo mío!”  en caso vocativo (para llamar a nombrar a alguien). O bien, cambiando la palabra: “meternos en problemas” por “buscarnos problemas (o complicarnos la vida)”; “Tomar riesgos” por “correr riesgos”. Es catalanismo confundir “todo” y “nada” “muchos jugadores del Barça desconocen absolutamente nada de la salud de su técnico, Tito Vilanova” o “te lo digo más que todo por el qué dirán” cuando en castellano  se dice  “absolutamente todo”  y “más que nada” respectivamente. Otro uso, verdaderamente  extendidísimo e insufrible es la colocación del pronombre  “lo/s” “la/s” (complemento directo) junto a, o pegado al verbo auxiliar de la perífrasis, cunado ha de ir junto a, o pegado al verbo cargado de significado: “Y esto si se lo hay que reconocer” en vez de “ hay que reconocérselo”; “Hay que irlos a buscar” por “hay que ir a buscarlos” ¿qué significa “irlos”?. Idem pasa en  “nos vengáis a ver” en vez de “vengáis a vernos”.Otro gazapos se deben a la falta de formación gramatical: “introdució” por “introdujo”; “me dejo de llevar” por “me dejo llevar” dice la cantante Bebe en una canción (es un caso semejante e influido por el doble uso del verbo “deber +de+ infinitivo” -debe de tener quince años-  que indica duda; y el otro uso “deber + infinitivo” –debes trabajar más- que indica obligación) . Cada vez es más desconocido el uso del modo subjuntivo:”no creo que el deporte va a bajar”, en vez de “vaya”. En “no comeos gambas cada día” (por “no comáis”) vemos un uso incorrecto del imperativo  en lugar del subjuntivo. “Preveyó” por “previó” confunde el verbo “prever” con “proveer” se conjuga como “ver”; “predecido” por “predicho” ignora que se conjuga como “decir”. Otras expresiones coloquiales lo son porque se juega  con el suspense: “Pa qué contar…”  “Buena gana..” expresa pesimismo de conseguir algo.       “A más ver…” hasta más ver, hasta otra ocasión, fórmula de despedida como  antes “quedaos con Dios= adeu siau” (en cat.)Muchos vulgarismos  son dialectalismos “Que no hay razones para tanta templaera” (contemplaciones) dice una canción de Carmen Sevilla que sigue así: “las cosas son o porque sí o porque no”. Seguiremos…

Terrassa a 12/03/13 Fdo. EUSEBIO MURILLO Tl.649859929 , DNI: 30184618Q