LO QUE SE OYE POR AHÍ
Una de las
múltiples razones de la evolución del lenguaje radica en su carácter creativo.
El hablante aunque nos parezca inverosímil, “produce”, “inventa” cada frase que
articula con las palabras que quiere, colocadas en el orden que mejor conviene
a su intención expresiva. Si consideramos que cada hablante tiene conocimiento
sólo de una parte pequeña del idioma y que desconoce muchas palabras y reglas por las que éstas se
combinan, comprenderemos por qué se oyen
tantos gazapos y palabras y expresiones mal empleadas… y a la vez por qué, al
hacerse habitual una expresión mal usada acaba a veces usándose como normal ya por todos los
hablantes. En ese caso decimos que se ha
incorporado a la lengua.
Está
pasando con muchísimas palabras y
expresiones: hoy es muy habitual, especialmente en Cataluña oír “estaba detrás
tuyo” (o incluso “detrás tuya”) , cuando lo correcto es decir “detrás de ti”. A
veces se agrega una sílaba más a la palabra derivada por ej. “siniestrabilidad”
cuando ya tenemos “siniestralidad”; o “concretizar” cuando ya existe
“concretar”. O se cambia de lugar alguna letra como en “idoniedad” en vez del correcto “idoneidad” (porque viene
de “idóneo”) o “areopuerto” en vez de “aeropuerto” (porque viene de “aéreo” y
no de área). La confusión de terminaciones está presente en esta expresión:
“La “apariencia” de señales de
corrupción es lo que cuidará la nueva responsable del banco europeo”; cuando lo
correcto es “aparición” porque se refiere al verbo “aparecer”, en tanto que “apariencia” se
refiere a “aparentar”, que es otra cosa.
Por
influencia de los sudamericanos en nuestro país se oyen cada vez más terminaciones como “resbaloso” por
“resbaladizo”; “reservación” por “reserva”; “asociación delictuosa” por
“delictiva”.
La
confusión de los verbos “prever” y “proveer” es muy frecuente en la
conjugación; el primero significa ver o
preparar con antelación y el segundo quiere decir aprovisionarse, dotarse… la
confusión la vemos en la forma “`preveyó” que oí a un diputado por Murcia el
26/o1/11; en vez de “previó” (de “prever” como “vio” de “ver”).
Vulgar
absolutamente suena este mensaje
publicitario oído el 11/02/11, en una popular emisora catalana: “el precio del
oro estaba mucho inferior al que tiene ahora”. El adjetivo “mucho” se apocopa
en “muy” cuando se usa como adverbio. Todos nos damos cuenta de que es inaceptable decir “es mucho rico” o
“está mucho caliente”, que sólo admitiríamos decir en un niño de dos años.
Otras veces es la confusión o mezclas de unas expresiones con otras. Oído en la radio
también es este ejemplo “doy testigo de…” donde fusiona” “doy testimonio de…”
con “soy testigo de…”. Igual mezcla de
conceptos se puede dar incluso en una
sola palabra “acerate y arriate” por “bordillo”; se entiende porque el bordillo
es la línea que separa la acera de la calzada y el arriate está separando el
suelo con una superficie acotada de tierra donde se siembran plantas.
Son muy
sutiles ciertos cambios que se producen
por confusión de preposiciones:
“enguruñado” es igual que “encogido” “arrugado, en uso coloquial… esa
preposición “en” se traspasa a “engarrotado” (vulgarismo, doblado como un
garrote), en vez de “agarrotado”. Lo mismo ocurre con “enritado” por “irritado”. Así surgen
sinónimos en distintas zonas geográficas. Por ej. en mi pueblo de Córdoba, los
niños decíamos “correndillas” en vez y a la vez que “carrerillas”.
La
impropiedad en este caso es el desconocimiento del uso gramatical del verbo
“haber”. Lo oí en la radio el 24/10/11 comentando unas jornadas que se iban a
realizar sobre la osteoporosis y para indicar el incremento de esta enfermedad,
la entrevistada dijo “habrá una
“consecuencia” más de fracturas”en vez de lo correcto “como consecuencia
habrá más (o se producirá un incremento de…) fracturas”.
Terrassa, 31/01/12 Fdo. EUSEBIO
MURILLO Tl. 649859929 DNI 30 184 618-Q
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