LO QUE
SE OYE POR AHÍ
Los vulgarismos son las
palabras de uso preferentemente oral y que intentamos sustituir por un sinónimo
al escribir porque molestan al decoro, es lo que solemos decir “lenguaje
barriobajero”. Sin embargo el término tiene otra acepción, cuando oponemos vulgarismos a cultismos. Los cultismos son
palabras que tienen la misma o casi la misma
forma que en latín (dígito,
décimo, coágulo…); en cambio los vulgarismos son las palabras, llamadas también
patrimoniales, que han sufrido cambios por el uso a través de los siglos; de
modo que las tres mencionadas como ejemplo, se han convertido respectivamente
en: “dedo”, “diezmo” (la décima parte que se pagaba como contribución a la Iglesia) y “cuajo”. Pero hoy vamos a
poner ejemplos de ese lenguaje descuidado, chabacano, que usan algunos
hablantes porque es el único registro que conocen o porque se sienten más o
atrevidos al transgredir la norma de uso estándar o general. Es ese lenguaje
jergal, lleno de improperios y blasfemias, grosero y soez denominado también argot.
Veámoslo con ejemplos: “aborto” es persona fea; “abrir” practicar una operación
quirúrgica; “abrirse” es marcharse; “bolas” y “borlas” son los testículos;
“achuchón” es abrazo, tocamiento erótico; “borde” es persona indeseable;
“boqueras” es el confidente, el delator; “de boquilla” es hablar o prometer sin
intención de cumplir; “estar con la cosa” es tener la menstruación; “ni corto
ni perezoso” sin pensarlo, inmediatamente; “cosa” puede ser el órgano sexual
femenino o masculino; “dar corte” es tener vergüenza; “a otra cosa, mariposa”
es dar por terminado un tema o trabajo; “escoñar” es estropear, malograr;
“escopeteado” rápido, de prisa; “espada” llave falsa, ganzúa; “espadista”
ladrón de pisos; “pasar por el morro” recriminar, echar en cara; “por si las moscas” significa por lo que
pueda ocurrir; “moscardonear”
importunar, rodear, seguir…
Para expresar algunas formas de
negación se dice: “de eso nada”, “nada monada”, “nanay”, “nanay de la China” “nasti de plastic”,
“tururú, “tararí que te vi”. Es un lenguaje, como vemos, que sustituye muchas
veces la palabra por una expresión perifrástica (que da un rodeo
expresivo); “echado palante” atrevido,
valiente, arriesgado; “a punta de pala”
mucho, gran cantidad; “no decir una palabra más alta que la otra” comedido,
mesurado en su expresión; “tener unas palabras” discutir; “tener un
rinconcillo” es tener ahorros; “tener el riñón bien cubierto”, por metáfora,
ser rico, tener dinero, como es sano y previsor para la salud, tener el riñón bien protegido por las mantecas.
A veces se busca la
onomatopeya, es decir, el sonido imitativo: “organismos oficiales de gran
ringorrango” “hacerse cucamonas” “hacerse carantoñas”…El uso de comparaciones
es muy frecuente en la lengua oral, aunque algunas son tan blasfemas como estas:
“hacer un pan como unas hostias”, es
salir algo mal; “hablar más que un sacamuelas” porque cuando no había anestesia
el dentista trataba de distraer al paciente; “comer más que una lima” por el
desgaste, igual que “comer más que la orilla de un río”; “andar como rata por
tirante”, con dificultad, porque el
tirante es la viga que sujeta el tejado; “noche más oscura que la boca de un
lobo” por el terror ancestral que inspiraba este depredador; “quedar como Cagancha
en Almagro”, quedar mal, como cierto torero así llamado una tarde en esa ciudad manchega; “estar como una
regadera” mal del entendimiento, las ideas se le van como el agua a la regadera
por muchos agujeros; “cantar como los ángeles”, divinamente; “vivir como un
rey” por lo bien; “beber como un cosaco” por lo mucho; “comer como un
Heliogábalo” fue un emperador romano, persona voraz, dominado por la gula.Con
frecuencia los dichos incluyen rima: “ser como la purga Fernando, en la botica
y obrando” ser muy rápido y efectivo; o ironía ”es más fuerte que el pellejo
(de la) breva”.
Terrassa, 29/04/13 Fdo. EUSEBIO MURILLO Tl649859929 y
DNI:30184618Q
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